Argentina, Sofía Sánchez Barrenechea o Chufy (así la podéis encontrar en instagram). Se instaló allí en 2009 después de haber vivido en París y Kenia. Empezó a trabajar en una agencia de publicidad llamada Lloyd&Co, como becaria de "Dirección de arte" dónde hizo campañas con Estée Lauder y Derek Lam.

A partir de ahí llegaron Louis Vuitton, Marni, Bellstaff... se fue haciendo cargo cada vez de campañas más importantes y se fue colando en el ambiente más elitista hasta convertirse en una "socialité" y estrella de la "Jet set" neoyorquina.

Ella dice que -Nueva York es una ciudad dónde todo el mundo tiene muchas oportunidades, que si trabajas, puedes lograr lo que quieras-

Ahora trabaja como consultora de moda para las mejores firmas de moda. Aquí tienes toda la información en su web.

Después llegó Vogue, a través de contactos. Hace un mes se casó con el productor  de desfiles Alex de Betak, y su boda en la Patagonia Argentina, ha sido toda una fuente de inspiración. Ropas de gaucho, fracks y vestidos de Valentino se mezclaron con disfrazes de la "Guerra de las Galaxias".

Es la única colección que espero con ansias y es que nunca defraudan. La colección de Alta Costura realizada por Valentino para el verano 2015 ha sido una oda al amor, a los versos de Shakespeare, a la moda, a la belleza y la feminidad.

Abrió el desfile un ángel negro vestido de terciopelo de seda. Sus alas ya nos daban pistas de lo que sería la colección. No se puede pasar por alto, la pintura de Marc Chagal, presente en todos los bordados de la colección. Un sutil guiño, a la  cada vez más creciente, clientela rusa. 

El terciopelo en verano, solo puede ser útil  para veranos rusos. Sus vestidos siguen teniendo como base el tul, en donde, siguen bordando belleza, en este caso, los versos de Shakespeare.

Vestidos con más de 3.500 horas de trabajo, bordados en lamé, linos bordados de maravillosas flores, las blusas de cuellos cisne ribeteados con volantes en tul de seda. Corsés y cortes imperio, vestidos vaporosos de gasas de seda  en colores verdes empolvados, grises, nude. Terciopelos rojos, negros, gris azulados, sandalias aladas, encajes rebrodé en tonos arena, sofisticados crochets con dibujos florales, transparencias.

Mil conceptos y mil tejidos mezclados de manera magistral por unos diseñadores con una línea muy indentificable, que siempre sorprenden y que nunca defraudan.